---- Que no te lo digo --- Que no, que no te lo digo, no tienes por qué saberlo, que tengo yo mil razones para guardarme el secreto. Que no quiero pregonarlo ni echar campanas al vuelo; que debes vivir tu vida al margen de este absurdo juego. Sólo sé de ti tu nombre y aún dudo que esté en lo cierto; que tienes los ojos verdes y la voz de terciopelo. Que tienes la sonrisa blanca transparente como el cielo; limpia y clara la mirada, y el pelo negro, muy negro. Me basta sólo con verte y adivinarte en mis sueños, y saber que tú no sabes lo que yo escondo en mi pecho. ¡Pero si no tiene importancia! ¡Si tampoco tiene remedio! ¡Que no te lo diré nunca! Insisto: no debes saberlo. Por nada del mundo diré lo mucho que te estoy queriendo.
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Es lo que tiene el amor, no necesita ser correspondido