Fue fosilizado el mar del eón,
fraccionado el tiempo en un cron,
adormecido el universo en expansión,
y el Misterio cantaba una canción,
de seres reptantes expulsados de Sión,
habitantes oscuros de ignota región;
que la cartografía nunca vislumbró,
y que el siglo presente nunca presenció.
Cruzando las murallas del hielo,
que rodean aquel blanco infierno,
atisbó el explorador entre lamentos:
una verdad evaporada con el viento.
Que hay un sellado misterio eterno,
bestias primitivas bajo el hielo,
reptiles arcanos del vil Averno
que miran con fieros ojos al Cielo.
Quiso la sabia ciencia allí indagar,
La Unión Soviética fue a investigar,
Y Norteamérica no pudo allí faltar,
a la enorme región abismal,
donde la bestia empieza a desandar,
demonios titánicos feroces en verdad,
ocultos tras una mítica base piramidal,
que altera y manipula la gravedad,
generando sismos en nuestra realidad. ¿Será ficción? ¿Será verdad?
Busca tu mismo y ve a investigar.
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