En un arcano laboratorio se hallaban
dos científicos muy renombrados.
Hombre y mujer: ambos ideaban la forma de retornar desde la nada a
un compositor de centurias pasadas
el célebre Wagner, gigantesca luminaria mago de la ópera el mito y el Valhala. La voluntad de poder materializada.
Viniste hacia mí aquella gris mañana
despertando los fantasmas del alba.
Entre las ruinas de una catedral alemana musitaste el nombre de una divinidad enterrada ¡Wagner, Wagner! Invocabas desesperada
y una luz carmesí el bosque irradiaba,
era el Grial místico que se anticipaba.
Entonces viste allí suspendido en el aire al denso espectro en tempestad reinante. Rostro severo del Wotán semblante respirando el aroma del holandés errante: Fausto, Parsifal y Tanhaüser al fantasma misericordia imploraste. Ni Ciencia ni oratoria pudieron ayudarte cuando los ojos del maestro contemplaste.
Tiempo y Eternidad fueron manifestados en los ojos llameantes del maestro olvidado,y corrimos a través de senderos olvidados escapando de aquel fantasma conjurado.Impío conocimiento que nos fue develado ¡Resurgir de las cenizas a Wagner invocado! Mezclando alquimia, ciencia y saber extraño dieron con el aparecido creador increado.
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