Las maravillas de la vida eran tan simples y el entorno se encargo de verlo tan complejo, siempre lo supe pero me faltaba la valentía de observar mas allá del agujero de la rejilla, ese día decidí echar un vistazo y abrir la puerta, me tope con la mejor vista de mi vida ya que de mi casa a solo 35 minutos en autobús se encontraba un mágico lugar con un pequeño bosque, era invierno y frente al bosque observo una laguna, altas montañas del otro lado de ella. Era la primera vez que miraba un lugar tan mágico lleno de vida, las aves cantaban porque para ellas ese era su santuario y lo que parecía un sueño o sacado de una película de ficción pero en realidad estaba frente a mis ojos, estaba muy acostumbrada a ver las cuatro paredes de mi habitación que olvide que todo aquello que se imagina es porque en verdad existe, tantas excusas y tantas alertas son solo distracciones para un mundo mágico que estaba frente a mi, en ese momento reactive mis instintos y desde lo que me transmitió aquella paz de ese lugar supe que mi vida tenia que ser vivida, nadie mas viviría por mi y tenia que disfrutar de cada rincón de este planeta. Escale una loma que estaba frente al bosque y observé como es de maravillosa la naturaleza y en como en verdad se nos esta haciendo imposible salir de este sistema pero después de abandonar toda esperanza me tope con la convicción, en aquellos senderos del pequeño bosque sabia que debían andar mis pies descalzos sintiendo la tierra húmeda y limpiar un poco lo que ya habíamos hecho por todos nuestros deseos, EL PARAMO lo tiene todo, me encargo de cuidarlo y el me cuida a mi.
Interesante