CUANDO LA APOROFOBIA LLAMA A TU PUERTA

Finales de Junio de un año cualquiera….

-Sonia: Eh Marta!! Saluda alzando el brazo

-Marta: Hola Sonia, en otro momento hablamos. Me esperan en el colegio de mi hijo, he recibido dibujos y fotos del niño que apadrinamos hace unos meses y la profesora ha pensado que sería una genial idea mostraselo al alumnado para concienciarles de las necesidades del resto de gente.

-Sonia: Ohhh sin duda es muy buen ejemplo, siempre te he admirado por tu solidaridad, Marta. Me encantaría ojear los dibujos y fotos a mi también en otro momento. No te entretengo más , suerte y ya nos veremos.

-Marta: Si, estaré encantada . Adios Sonia, ya hablaremos que llego tarde.

Septiembre, principios de curso de ese mismo año cualquiera…

-Sonia: Ey!! Marta, Cómo estás? Finalmente no nos hemos visto en todo el verano. Como habeís pasado las vacaciones?

-Marta: Hola Sonia, todo muy bien, ya te contaré que ando muy apurada.

-Sonia: Vaya! Tu siempre ajetreada, exclama Sonia sonriendo

-Marta: Tenemos reunión en el colegio, se han matriculado dos niños nuevos de un país del este y la dirección de colegio pretende incluir a unos de ellos en la clase de mi hijo. Te imaginas? Si la profesora ha de dedicarle más tiempo, es un retraso para el resto de la clase, y no solo lo digo por el idioma, la diferencia cultural y social es muy grande, que situación no tendrán esos padres para tener que emigrar. Que está muy bien ayudar , pero oye que cada una tenemos nuestros problemas, y vamos, que no, que no, que no estoy dispuesta , que busquen una solución, o lo transladan de colegio o que cambien a mi niño de clase. Ya te contaré, Sonia.